lunes, 15 de julio de 2024

EL RAP Y NOSOTROS


EL RAP NO ES PARA MI
por Monsieur de Sans-Foy
 
Hubo un tiempo dichoso y un ayer lisonjero:
aunque nunca en la vida se ha ganado dinero,
el poeta tenía su prestigio social.
No hallarás ni rescoldo, monacal compañero,
en las bárbaras rimas que perpetra el rapero,
consecuencias felices de esnifar pentotal.
 
Ese tipo que viste la chaqueta de un muerto,
camiseta sin mangas -no muy limpia, por cierto-
donde exhibe la foto de un abuelo del FRAP.
Tú me dices, Josepho, que hay que ser más abierto,
que esos versos malditos se han de oír en concierto...
pero yo te respondo que me cago en el rap. 

 

EL RAP TAMPOCO ES PARA MÍ
por Fray Josepho
 
En el rap, como usted, yo también me defeco.
En su síncopa fútil, en su cántico hueco,
en sus rimas baratas y en su ritmo vulgar.
En su look de tatuajes, en sus pintas grotescas,
en sus versos tullidos, en sus formas chulescas,
y en sus anacolutos de pelambre axilar.
 
Por lo tanto, abomino de un concierto rapero.
No me gusta tal cosa. Ni de coña la quiero.
Vade retro, raperos, no se acerquen. Stop.
Que mis gustos son otros, mucho más variopintos,
diferentes, dispares, multiformes, distintos.
Y aunque el rap lo detesto, me fascina el hip hop.

sábado, 13 de julio de 2024

¿CON QUÉ RIMA VOX?


¿RIMA O NO RIMA?
por Monsieur de Sans-Foy
 
Histéricos plumillas con sus blocs,
pendientes del teléfono y el fax,
alternan dosis máximas de Almax
con tragos de licores on the rocks.
 
La SER, Antena 3 y hasta la Fox
palpitan con temblor de flan Potax:
¿incendio? ¿Terremoto? Mars attacks?
¡Propuestas programáticas de VOX!
 
La Merma está nerviosa, ya hace weeks:
Podemos, el Gobierno y sus amics
no duermen ni siquiera sobre Flex...
 
La culpa es de Abascal, que tiene tics
que espantan a La Sexta (que es The Sixth)
como un tiranosaurio tipo Rex.
 
Y ADEMÁS…
por Fray Josepho
 
Sus rimas con la equis son magníficas,
Mesié, se lo aseguro. Muy simpáticas.
Describen las reacciones automáticas
de las brigadas progres, tan prolíficas.
 
Profieren sus diatribas terroríficas
con sus maneras dizque democráticas.
Advierten de catástrofes dramáticas
en nuestras sociedades, tan pacíficas.
 
Jamás se disculparon por soviéticos,
y ahora se nos visten de proféticos
en sus tribunas rojas (o violáceas).
 
Son tercos, contumaces. Casos clínicos.
¡Pues que les den, por falsos y por cínicos,
por donde amargan las cucurbitáceas!