lunes, 14 de agosto de 2023

Tetas al aire


TETAS AL AIRE SÍ
por Fray Josepho
 
Tetas al aire sí. Soy entusiasta
de que respiren sueltos los pezones.
De que los senos salgan, pendulones
(por libre voluntad, que no por pasta).
 
Tetas al aire sí. Porque ya basta
de oscuras y textiles opresiones.
Hay que alegrar el ojo a los varones,
pues la belleza oculta se malgasta.
 
Hacedme caso, féminas coquetas:
mostradnos a los hombres vuestras tetas,
cual mágicas ofrendas femeninas.
 
Sacadlas del sostén que las atrapa.
Y hacedlo, por favor, sin dar la chapa
con discursitos progres ni doctrinas.

 


RETROSPECTIVA
por Monsieur de Sans-Foy
 
Corría el año 78.
En aquel tiempo, ni las vikingas
hacían gala de sus domingas
(y no digamos mostrar el chocho).
 
Llevaba Franco tres años muerto,
y en el verano más caluroso
era indecente y escandaloso
llevar las tetas al descubierto.
 
Estaba Suárez en el Gobierno,
cuando la ardiente Susana Estrada,
que estaba entonces en la pomada,
abrió los ojos de Enrique Tierno.
 
Aquello, entonces, chocó bastante,
sin ser tampoco de extremaunción.
España hacía la Transición:
las cosas iban hacia adelante.
 
¿Y cómo encaja la España actual
el despechugue de la Amaral?
Pues, estos tiempos, es lo que tienen:
que ya no saben si van o vienen.

 

miércoles, 9 de agosto de 2023

Me voy a poner tetas



ME VOY A PONER TETAS
por Fray Josepho
 
Me voy a poner tetas, ¡decidido!,
pero tampoco muchas: con dos basta.
No importa que me cuesten una pasta,
porque les sacaré muy buen partido.
 
Con ellas instaladas, me despido
del viejo yo machuno que me aplasta.
Y nace, trepidante y entusiasta,
un nuevo yo de género fluido.
 
Podré ponerme tops, sujetadores,
bikinis de lo más provocadores,
e incluso, en ocasiones, un corsé.
 
Y hasta usaré mi nuevo canalillo
a modo de cartera o de bolsillo…
¡Envídieme y joróbese, Mesié!

 

 

MI APOYO Y ALGO MÁS
por Monsieur de Sans-Foy
 
Comprende que, a tu edad, no te hacen juego
dos cúpulas altivas y parejas:
tendrán que parecer dos botas viejas
de tinto pugilístico y manchego.
 
¡Apura, y no lo dejes para luego!
A poco que se vuelvan más añejas,
serán dos antiestéticas pellejas
que espanten al galán más mujeriego.
 
En fin... que pertrechado de esa cuerna,
tendrán que repararte la entrepierna
para finiquitar la travesía.
 
Inútil es que busques ni que elijas
al que ha de cercenarte las verijas,
porque eso, Fray Josepho, es cosa mía.